Tu impaciencia, que ahuyenta mis días de soledad, asume que estoy contigo, que soy de tu exclusiva propiedad. Y luego dices que me amas.
Solo porque eres quien ha logrado remontar mis sentimientos, solo porque eres quien provoca en mi ser algo más que no han podido los demás, solo por eso crees que te pertenezco. Y luego dices que me amas.
Solo puedes creer que la soledad asusta y tu presencia la incomoda y me haces bien. Está bien, no todo voy a negar, pero quién dijo que es mala amiga mi soledad; solo tú que no la sabes apreciar. Y luego dices que me amas por estar aquí.
Crees que alcanza con el cuerpo y no sabes imponer tu presencia en mí sin estar. No alcanzan los huesos, lo carnal, necesito dejar el alma aquí contigo, para amar, necesito que te quedes, que es mucho más que estar.
Y luego di que me amas, sin palabras, solo una mirada o un abrazo bastarán.
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