13 mayo 2012

Otro día especial en mi vida


Estoy feliz de haberte conocido.
 
A pesar de nuestros intercambios

de opiniones, que en su momento fueron algo bruscos,

cuando la madurez de ambos se fue acercando, algo dispar por

cierto, e
mpezamos a comprender uno al otro.

No me quedó nada por decir, nada por reprochar, eso ya lo

hablamos, n
ada pendiente, ni cuentas por saldar.

Me diste lo que podías, lo que llevabas, tu ADN  y hasta el gesto al hablar.

Te di lo que me enseñaste, pero siempre queda ese sabor a que
faltó u
n poquito más.

Hoy me despido de vos sin dolor, te digo ve a reencontrarte con

 aquellos q
ue te esperan en los cielos.

¡Adiós amigo loco!  ¡Loco de cariño! ¡Loco de ocurrente!

 ¡Loco lindo! 
¡Adiós papá!


3 comentarios:

Francisco Espada dijo...

Bellísima despedida, Karina. Un padre siempre nos deja algo más, muchísimo más que la herencia genética. Un fuerte abrazo.

Nerim dijo...

Que triste es decir adiós a los seres queridos que inician ese vuelo eterno.
Mis condolencias Karina y un cariñosos abrazo que te acompañe en estos momentos de tristeza y de adioses.

Maria De Los Ángeles dijo...

Muy hermoso tu pequeño relato que me imagino a quien va dirigido.
Yo ya hace mucho que pasé por ello, por eso, te comprendo.
En una contestación de mi blog te puse mi correo electrónico, por si necesitas que hablemos mas intimamente.

Un besito karina

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