Cada vez que respiro profundo y cierro los ojos, es como mirar a mi alrededor, hoy ...y verte ...y verme ...y tenernos, sostenernos.
Cada suspiro en el tiempo hace que te vea cruzando la puerta de casa para ir a jugar.
Cada vez que veo mi niña imagino nuestras tardes de cuentos, de inviernos con chocolate caliente y pan tostado.
Recuerdo los días de sol, en el arroyo donde me enseñaste a pescar.
¡¡¡Recuerdo la vida!!!
Me enseñaste a compartir, a reír, a perdonar y a pedir perdón, a no dañar y a construir.
Cada vez que veo el hoy, contengo la respiración por un instante y cerrando los ojos imagino tu presencia para no olvidar tu rostro.
Los suspiros que te lleva el viento son míos, madre, donde quiera que estés...
UN LÁPIZ Y UN PAPEL
-
En nuestras manos,
cien cosas inútiles que no son imprescindibles,
esas que no cuentan para nada
en el día a día,
y que tan complicado resulta p...
Hace 13 horas



1 comentarios:
La distancia y más aún la pérdida de una madre es un suspiro en busca de aire con el que respirar.
Publicar un comentario